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La Rueda de la Fortuna: Cuando la Vida Te Gira y Tú Decides Cómo Bailar

Actualizado: 1 abr

La vida tiene formas muy locas de recordarnos que no tenemos el control

En el Tarot, muchas cartas nos invitan a soltar, a tener paciencia, a sumergirnos en nuestro mundo interior en lugar de obsesionarnos con resolver lo externo. Pero cuando aparece la Rueda de la Fortuna, el mensaje es distinto:

"Esto ya se está moviendo… te guste o no".

Y la vida, como esa Rueda girando, parece decirnos con sus criaturas míticas: "Sí, sabemos lo absurdo que puede parecer todo. Pero así es esto: subir, bajar, vivir, morir y renacer. Una danza infinita".


En el Tarot de Marsella, el mensaje es aún más crudo. No hay velos místicos como en el Rider-Waite; solo la verdad desnuda: la vida es salvaje, impredecible, y a veces duele. Si estás leyendo esto, es porque quieres crecer, sanar o entender ese torbellino. Porque te esfuerzas cada día por ser una versión mejor de ti.

Pero el mundo sigue siendo un lugar donde hay cosas que escapan a nuestras manos. Donde el dolor llega sin avisar.


¿Y la espiritualidad "New Age"? Nos vendió una trampa.


Nos repite que somos los únicos responsables de nuestra realidad, que si visualizamos lo suficiente o creemos con fuerza, manifestaremos todo lo deseado. Pero…


¿Qué pasa cuando la vida se desmorona igual?


El ego grita: "¿Qué hice mal? ¿Por qué estoy aquí… otra vez?". Y entonces lo ves: "Esto ya me pasó antes". La Rueda no solo gira; existe el karma, patrones inconscientes que se repiten.


Desde los mitos antiguos, los dioses castigaban a quienes creían volar más alto de lo permitido (hybris). Hoy, ese castigo es darte cuenta en el fondo de la Rueda, preguntándote: "¿Fue destino? ¿O libre albedrío?".

Y tal vez existen las dos al mismo tiempo.

Con la Rueda de la Fortuna estamos hablando con leyes universales.


El secreto: la Rueda te obliga a elegir (aunque no lo parezca)


Nuestra alma viene a aprender de lo que se repite. La esfinge en la carta es la guardiana de esos patrones, y su acertijo es claro:

"¿Aprendiste? ¿O volverás a caer?".


El libre albedrío no es controlar el giro de la Rueda, sino decidir cómo te ubicas en él. Si ignoras tus patrones, los llamarás destino. Si los observas, los transformas.


El misterio final: la Rueda es el Mago (1) + el Loco (0)


  • El Mago nos dice: "Sí, creas tu realidad con tus palabras, tu historia".

  • La Rueda responde: "Pero hay fuerzas más grandes que tú. Acepta el movimiento".



Y el Loco susurra: "La vida es un misterio, y cómo decían las abuelas: ‘Solo Dios sabe, hija, por qué pasan las cosas’".


¿En qué punto de la Rueda estás tú ahora?

Como ritual de acompañamiento te sugiero seguir la guía de las estrellas, conectar con los patrones cósmicos. ¿Cómo influyen los movimientos de los astros en tu carta natal y como pueden ayudarte en tu proceso actual?




 
 
 

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