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✨ Es Urgente Soñar

Este es un llamado a la ensoñación.

¿Cuándo fue la última vez que te permitiste soñar despiertx? En un mundo hiperracional, imagina. En un mundo obsesionado con el crecimiento lineal, vuela, aprecia el movimiento cíclico, aprecia el movimiento cíclico.


A medida que crecemos, vamos perdiendo partes de nuestro niñx divinx, y una de las primeras cosas que dejamos atrás es la imaginación. La cotidianidad, las responsabilidades, el ritmo acelerado y el constante bombardeo de información superficial nos alejan de nuestro mundo interior.

Sin embargo, siempre estamos sumergidos en el universo de los símbolos y la imaginación, aunque no lo notemos de forma consciente. Vivimos en un mundo que limita nuestra capacidad de imaginar, encasillándola en el lenguaje. Pero las palabras no son realidades: evocan experiencias, despiertan memorias, sensaciones y emociones que nos abren la puerta al inconsciente.


Por ejemplo, si te digo la palabra "gato", ¿qué es lo primero que viene a tu mente? Seguramente no es solo un concepto abstracto, sino un recuerdo, una historia, una emoción. Y si menciono "luz", quizá evoques calidez, esperanza o una sensación de guía en momentos de oscuridad.


La imaginación no es lo que pensamos, es cómo pensamos. Filósofos como Hume y Kant la situaban entre la percepción y el entendimiento. Kant decía: "No vemos el mundo como es, lo vemos de acuerdo a nuestros instrumentos". Incluso Einstein, con su Sol en Piscis, afirmaba que la imaginación es más importante que el conocimiento. Todo lo que sabemos alguna vez fue imaginado primero.

La imaginación tiene el poder de crear nuestra realidad. Por eso, prácticas como la visualización han sido utilizadas desde tiempos antiguos por tradiciones hindúes y, más recientemente, por neurocientíficos y pensadores espirituales como Dr. Joe Dispenza o Neville Goddard. Cuando imaginas y sientes una realidad con profundidad, comienzas a manifestarla.


Como dice Sadhguru, en tu imaginación puedes crear fantasmas o puedes crear a Dios. Desde la perspectiva del Tantra, si entiendes cómo funciona tu mente, esta se vuelve milagrosa. Se trata de crear primero en tu imaginación aquello que deseas manifestar en el mundo.


En tu imaginación puedes crear fantasmas o puedes crear a Dios.

La imaginación también surge en los momentos de incertidumbre, como cuando nos enamoramos. Es un acto radical y soberano: nadie puede tocar tu poder de imaginar. Es tuyo, te pertenece.

En un mundo obsesionado con la productividad y el control, la ensoñación es un acto de rebeldía. Permítete soñar sin restricciones, crea imágenes en tu mente que desafíen lo establecido. ¿Qué mundo querrías habitar si todo fuera posible? Empieza a imaginarlo hoy. Es un espacio donde no aplican las expectativas ajenas ni las reglas de la inmediatez. De hecho, algunos economistas ambientales argumentan que la crisis climática no es solo un problema técnico, sino un problema de imaginación: no sabemos imaginar de forma colectiva futuros más allá del sistema capitalista extractivista y consumista.


Si practicáramos más la ensoñación, podríamos concebir soluciones nuevas, sueños más justos y abundantes para todxs.


La ensoñación no requiere esfuerzo, sino soltura y entrega.

Cierra los ojos por un momento,

respira profundo y visualiza un lugar donde te sientas libre. ¿Qué ves? ¿Qué aromas percibes? ¿Cómo se siente tu cuerpo allí? Dedica unos minutos a explorar este espacio con curiosidad y sin juicios. Es el antídoto para quienes confunden la adultez con la rigidez o la madurez con la seriedad. Es un espacio de contemplación y descanso, un diálogo profundo contigo mismx.


Así que, imagina. Permítete soñar.


Porque soñar no es escapar: es crear

el mundo que queremos habitar. ✨


Porque soñar no es escapar: es crear

el mundo que queremos habitar. ✨


Con amor,

Morfika



 
 
 

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